viernes, 16 de marzo de 2012

Fuerteventura (Islas Canarias)

El año pasado, fui, por diversos motivos, en unas cuantas ocasiones a la isla de Fuerteventura. Para mi, que soy una persona más bien de campo y montaña que de playa, iba con prejuicios sobre dicha isla y la idea común que la isla majorera (como se le llama a Fuerteventura) fuera solo playas, pues me hacía ir más por obligación que con ilusión. 


Pero enseguida supe ver el lado positivo de la isla, un lugar que me maravilló por su tranquilidad, por su forma de vida, la nobleza de los canarios que a veces en las islas principales se ha perdido un poco, etc. 



Empezaré mi crónica por la capital de la isla, Puerto del Rosario, antiguamente llamada Puerto Cabras. Es un bonito emplazamiento de 30.000 habitantes situada en la costa y  con una preciosa avenida marítima. Es una ciudad, que pese a ser la capital de la isla, aún se nota tranquilidad, sin agobios de tráfico y con una buena infraestructura. La historia de dicha ciudad está íntimamente ligada al Ejército Español; allí hubo un Tercio de la Legión y en la actualidad, está el Regimiento de Infantería Soria nº9, que en el año 2009, cumplió los 500 años de antigüedad, convirtiéndolo en uno de los más antiguos de Europa. 


Continuando con el recorrido, llegamos a la localidad norteña de La Oliva, cuyo principal monumento es la Casa de los Coroneles, un edificio con una marcada arquitectura canaria que ha sido totalmente remozado, dando lugar a un museo donde se cuenta la historia de Fuerteventura. Dicho edificio, en la antigüedad, era la residencia oficial del Coronel Jefe de Fuerteventura, máxima autoridad militar. 


La estructura de las capitales de municipios (seis en total, Betancuria, Puerto del Rosario, Pájara, La Oliva, Tuineje y Antigua) se basa en una plaza rodeada de los edificios característicos de todo pueblo, la iglesia y el ayuntamiento. Las iglesias de Fuerteventura, tienen una arquitectura muy singular. Una de las principales, es la iglesia localizada en la localidad de Pájara, y cuyo frontis, consta de dos puertas. 


Sin duda alguna, el pueblo más pintoresco y hermoso de la isla es Betancuria, antigua capital de Fuerteventura y en la actualidad, el municipio con menos habitantes de las Islas Canarias, con menos de 800 habitantes censados. Pero esa pequeña población, no es hándicap ninguno. El pasearse por sus calle, nos da la sensación de atrasarnos en el tiempo. Su origen data del año 1406, mucho antes que incluso el municipio más poblado, Las Palmas de Gran Canaria, cuyo origen data de 1478. 


Y bueno, aunque no me guste mucho la playa, irme de esta isla sin comentar nada sobre ella, sería como irme de París sin hablar de la torre Eiffel. Esta comparación la realizo porque Don Miguel de Unamuno estuvo aquí desterrado durante la dictadura de Primo de Rivera y con sus vivencias en dicha isla, escribiría posteriormente su obra “De Fuerteventura a París”. Con respecto a las playas, y viéndolas desde el punto de vista de la belleza natural, es impresionante la gran cantidad de playas kilométricas que nos podemos encontrar y con una arena perfecta y unas aguas cristalinas. Sus principales zonas son Corralejo y Jandía. Sin duda alguna, recomiendo la carretera que va desde Puerto del Rosario a Corralejo, que se ve frecuentemente inundada por la arena de la playa y darnos la sensación de estar atravesando el Desierto del Sáhara. Si se quiere optar por visitar el islote de Lobos, desde la localidad de Corralejo, parten numerosos barcos para dicho islote. 


Me despido de esta isla fascinante y perfecta para desconectar y sentir la sensación de libertad cuando se circula por su carreteras a veces vacías. Con un ecosistema prácticamente virgen y que ojalá siga siendo así. Los proyectos naturales con la mano del hombre, aquí no tienen sentido ninguno ya que la naturaleza ya es capaz de por sí, ofrecernos maravillas para la vista. Me refiero a la montaña de Tindaya, una obra que considero innecesaria para la isla de Fuerteventura. 


Como diría Su Majestad la Reina Doña Sofía en una visita a la isla “Cuiden de este paraíso, por favor, cuídenlo”.


1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo con su opinión sobre Fuerteventura. La isla majorera es un auténtico espectáculo para descansar, hacer rutas de senderismo, practicar deportes acuáticos o tomar el sol prácticamente en cualquier época del año.

    Si todo esto le sumamos los pueblos tan característicos, su gastronomía, la hospitalidad de la gente, sus increíbles parajes naturales y sus cálidas temperaturas prácticamente durante todo el año. Para mi no hay mejor lugar donde pasar unas vacaciones.

    Para mi la mejor opción de alojamiento es reservar una villa en Fuerteventura con piscina privada, jardín, terraza y espacio para varias personas. Estas casas vacacionales están bien ubicadas tanto de las playas como de los principales municipios o puntos de interés turístico que hay que visitar.

    ¡Se puede decir que al igual que ustedes, soy un enamorado de Fuerteventura!

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