domingo, 25 de septiembre de 2016

Viaje a Laos, 3º parte. Qué ver en Luang Prabang.

Luang Prabang es uno de esos lugares que si pudiera volver a un sitio, tal vez estaría en la lista. La tranquilidad que goza Laos en su conjunto y la belleza que tiene este lugar junto con una simbiosis perfecta de arquitectura colonial francesa y templos budistas, hace que los recuerdos de ella, tarden mucho en irse de nuestras retinas. Todo esto le ha valido ser reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Si bien por el mediodía, el calor (característico de esta zona) pueda ser incómodo, lo que dota a esta ciudad de cierta magia es el antes y el después de la puesta del sol. Al amanecer, podremos ver la ceremonia de entrega de limosnas a los monjes y al caer el sol, ver los hermosos atardeceres desde el Río Mekong y disfrutar posteriormente del Mercado Nocturno.

Y aunque de día haga calor, observar la belleza de esta ciudad, hará que todo ese sufrimiento se atenúe y disfrutemos plenamente. Luang Prabang es una de esas ciudades que aunque se haya visto todo en unos pocos días, invita a quedarse un poco más y disfrutar de una calma que tal vez, no podamos disfrutar en otros puntos turísticos del sureste asiático.


sábado, 17 de septiembre de 2016

Viaje a Laos, 2º parte. Qué ver en Vientián

La principal ciudad y capital de Laos, Vientián, es la ciudad más poblada de dicho país. Pero no por ello, en el sentido turístico, indique que sea la más visitada, ya que ese privilegio lo ostenta Luang Prabang.

No obstante, una parada en la capital, la considero interesante y tal vez moviéndose uno por Laos, hasta imprescindible por ser uno de los principales puntos de entrada al país por aire y también con la cercanía con la frontera de Tailandia.

La ciudad es relativamente pequeña y desde luego, se nota que es con diferencia la capital más pequeña de los países del sureste asiático donde, por desgracia, el tráfico suele ser estar muy congestionado. Aquí, no tuvimos esa sensación sino todo lo contrario, con relativamente pocos coches y con avenidas muy grandes, herencia del período de dominación francés. Tal vez si uno se organiza bien el tiempo, en un día le puede dar tiempo a ver toda la ciudad. Eso si, hay que estar muy preparado para aguantar el calor y húmedo que suele haber a lo largo del año.