viernes, 22 de febrero de 2019

Guía para viajar en tren por China

Al visitar China, y debido a sus grandes distancias entre los principales puntos turísticos de este país, una opción que debamos tener muy en cuenta a la hora de desplazarnos, es a través de su extenso sistema ferroviario. 

Actualmente, este país dispone del mayor número de kilómetros de vías de tren de alta velocidad del mundo y cada año, aumenta más.

Además, una de las ventajas que tiene utilizar este medio de transporte, es su exquisita puntualidad y que el servicio es de centro a centro de la ciudad.

En este post, hablaremos de esta interesante opción y sobre todo, de cómo reservarlo.




TIPOS DE TRENES

Trenes de alta velocidad

Los de alta velocidad, al hacer una búsqueda, son los tipos C,  D y G. Lógicamente, las ventajas que podemos incluir en esta opción, es su gran velocidad (la gran mayoría de ellos, llegan fácilmente a los 350 kilómetros por hora en velocidades punta) y también, su comodidad.

Trenes chinos de alta velocidad



La configuración de estos trenes es según la tarifa a la que nos acojamos.

 Así, tenemos la Clase Business, por así decirlo,(denominada Asiento Ejecutivo), que serían grandes asientos y totalmente reclinables. Lógicamente, son los más caros.

Asiento Ejecutivo

También, está la Primera Clase, cuya configuración es de dos asientos por cada lado.

Primera Clase


Y finalmente, la Segunda Clase, que serían dos asientos por un lado y tres por el otro.

Segunda Clase


Realmente, no hay mucho diferencia en lo referente al confort entre la primera y la segunda clase y si, sin embargo, en el precio. Por tanto, la mejor relación calidad precio, la podemos encontrar en la segunda clase.

Una comparativa de precios, por ejemplo, para el trayecto entre Pekín y Shanghai, con una duración que ronda las cinco horas, es la siguiente:

Asiento Ejecutivo, 1748 yuanes (unos 230 euros)

Primera Clase, 933 yuanes (unos 123 euros)
Segunda Clase, 553 yuanes (unos 73 euros)
Como vemos, las diferencias en precio son muy notorias y salvo el Asiento Ejecutivo, que por así decirlo, ya es otra galaxia, entre la primera y segunda clase, no compensaría pagar esa diferencia y más, cuando probablemente, para dos personas, tocará una hilera de dos asientos juntos.

Un aspecto a tener en cuenta también con respecto a los trenes rápidos, es que muchas estaciones, se encuentran fuera del centro de la ciudad, haciéndose necesario coger posteriormente un transporte público para llegar al centro.

Trenes normales (o "lentos")

Sería, por así decirlo, los trenes de “toda la vida”, es decir algo más lentos, y algunos de ellos, ni siquiera llegan a los 100 kilómetros por hora. Serían los del tipo K, T, Z e incluso algunos que no tienen letras, como podría ser el caso del tren 2589, que va de Pekín a Tianjin.

Foto de un tren con estas características


Entre las ventajas que tiene, es su bajo precio. Así, por ejemplo tomando el caso de un trayecto entre Shanghai y Hangzhou (una de las ciudades más hermosas de China), tenemos la siguiente comparación:

Tren de alta velocidad, G1321, con una duración del trayecto de 46 minutos, el coste es de 73 yuanes (unos 9,5 euros) en la segunda clase.

Tren regional, K1511, con una duración de una hora y 49 minutos, el precio es de 25 yuanes (unos 3,20 euros).
Lógicamente, para distancias más grandes, y por tanto más tiempo, los precios se disparan pero ya ahí tenemos una comparativa que nos puede servir como orientación.

Otra de las ventajas que tiene dicho tren, es que muchos de ellos llegan a las estaciones que se encuentran en el centro de la ciudad, ahorrándonos tiempo. Esto es algo a tener en cuenta porque es probable que para trayectos cortos, pese a que el tren rápido, lógicamente, llegue antes que el lento, puede ocurrir que debido a que hay que coger otro medio de transporte, al final, prácticamente los tiempos se compensen.

Y como desventaja, es su relativa incomodidad. La configuración de los pasajeros suele ser de tres asientos frente a otros tres por un lado de la ventana y por el otro lado, de dos asientos frente a dos. En esta foto, se indica mejor lo que comento.




Bien es cierto, que si hay pocos pasajeros, uno puede convertir esos asientos, en su sillón particular.



Otra desventaja es ya, para largos trayectos, que es prácticamente inviable por todo el tiempo que tarda. Así, para la ruta Pekín-Shanghai, si con el tren de alta velocidad, el tiempo del viaje ronda las cinco horas, para uno normal, tarda en el mejor de los casos, unas 12 horas.




COMO RESERVAR BILLETES

Aquí, pese a la gran tecnología que ofrece el sistema ferroviario chino actualmente, nos encontramos con un pequeño muro a la hora de reservar billetes, especialmente si uno se encuentra fuera de China.

Por un lado, solo se puede reservar plazas un mes antes de la salida del tren, y a veces, hasta menos.

Y por otro lado, con respecto a los métodos para comprar tickets, tenemos las siguientes alternativas:

Si lo queremos comprar por Internet, para los residentes fuera de China, la opción se limita prácticamente a través de la web www.trip.com. La página no está nada mal e incluye la opción de ver la web en español. Para reservar billetes, hay que registrarse (nada novedoso por otro lado) pero el problema es que por cada billete que compremos, hay que pagar cinco euros de comisión, lo cual, puede que llegue un momento, en que dicha cantidad sea considerable o también incongruente que podamos pagar más de comisión que por un billete, si éste es barato.

Otra opción, es comprando el billete directamente en la estación de trenes. El problema radica en que el inglés es aún una asignatura pendiente en China y una cosa tan elemental como pueda ser esto, se convierta en una tortura. La recomendación es, mediante la página web anterior, es apuntar el número del tren y desde que ciudad partimos y vamos en chino, que también lo ofrece dicha web al realizar la búsqueda.

Con respecto a la fecha, en China, primero va el año, luego el mes y finalmente el día. Para no llevar a equivocación, lo podemos indicar también en un papel. Así, el carácter del año es 年, el del mes es 月 y el del día, es 日. Asi, un billete para, por ejemplo, el 15 de noviembre, se lo podríamos escribir como 11月15日.

Es probable que en algunas estaciones, principalmente en las grandes ciudades, nos encontremos también máquinas expendedoras de billetes.


Y otra opción, bastante interesante es que, al menos en la ciudad de Pekín, hay muchas oficinas de información turísticas (más bien de venta de servicios turísticos), que por una comisión de unos 2 euros en total, podamos comprar los billetes que deseemos. Normalmente, dicho personal suele hablar inglés (o al menos, el mínimo necesario para entendernos) y así, no nos  tendremos que desplazar a la estación a comprar los tickets. 

Esta opción, es la que normalmente utilizamos los expatriados en Pekín. Aquí dejo un listado de la ubicación de dichas oficinas.

Aquí está el logo de dichos establecimientos:





ASPECTOS A TENER EN CUENTA

Si compramos un billete en estas oficinas comentadas anteriormente y lo queremos cancelar o cambiar de fecha, en este caso, habría que ir a alguna estación de trenes. Normalmente, la penalización por algún cambio es mínima.

A la hora de coger el tren, hay que tener muy en cuenta de que estación sale ya que por ejemplo, en Pekín hay cuatro importantes. Como la cultura china hace que la orientación se a través de los puntos cardinales (aquí eso de Atocha, Sants o Santa Justa no se estila), tendremos el siguiente vocabulario: norte es Bèi (北), sur es nán (南), este es dong (东) y oeste es xi (西). En los billetes, se indica, si procede, la estación de origen y destino.

Los billetes son nominativos, por tanto, a la hora de comprarlos, hay que ir provisto del pasaporte. Asimismo, a la entrada de las estaciones hay controles de seguridad con escáner. Por tanto, es recomendable ir con un poco de antelación ya que nunca se sabe la cola que nos podremos encontrar. Para entrar a la estación, tenga en mano el billete y el pasaporte.

Estación típica de una gran ciudad de China


Las estaciones de trenes en China, tienen indicaciones en chino y en inglés y según lo grande que sean, pueden tener más o menos servicios. Así, las de Pekín tienen una gran cantidad de restaurantes mientras que otras, más pequeñas, se pueden limitar a una simple tienda con las provisiones (chucherías) elementales.

Estación de Pekín, con una gran cantidad de servicios

Estación de Pingyao, con solo una pequeña tienda


Para saber el tren que hay que coger, hay que fijarse en el número de dicho tren ya que hay veces, especialmente en estaciones poco frecuentadas por extranjeros, que la información en los paneles, únicamente se ofrece en chino y lo único legible es precisamente el número del tren que debe corresponderse con la hora de salida.

Panel informativo de salidas de trenes


Aquí pongo un billete con los datos a tener en cuenta:





Hay que tener en cuenta que en China hay dos fechas muy señaladas. Por un lado, el famoso Año Nuevo Chino, que es una fiesta lunar y por tanto, no tiene fechas fijas aunque siempre oscila entre finales de enero y principios de febrero. En ese evento, muchas plazas se agotan a las pocas horas. 

Y otra fecha crítica, es la primera semana de octubre, que se conmemora la proclamación de la República Popular China. Si puede evitar viajar en estas fechas, hágalo. Ya no solo por los billetes de tren sino por el gran gentío que hay en los principales lugares turísticos a visitar y también en el aumento de los precios de los hoteles.

Asimismo, cuando alguien está de vacaciones, normalmente le de igual si es lunes que viernes, es decir, que el día de la semana no sea muy importante a la hora de visitar un lugar u otro (salvo que, lógicamente, ese día cierre el lugar a ver). Por tanto, si puede viajar entre semana, hágalo porque los trenes suelen ir mucho más vacíos que durante un fin de semana.

¿TREN DE ALTA VELOCIDAD O AVIÓN?

Muchas veces, nos hacemos esta pregunta a la hora de viajar por un país. Habría que hacer una balanza sobre los pros y los contras. 

Por un lado, el sistema de ferrocarriles en China puede presumir de tener una precisión suiza. De todos los trenes, incluso lentos, que hemos cogido mi mujer y yo, ninguno se ha retrasado nunca.

Los trenes parten de estaciones, que se encuentran en la misma ciudad, o al menos a unos pocos kilómetros del centro.

Tal vez, el tren, mirando desde la ventana, probablemente sean más entretenidas las vistas que desde un avión.

No hay que estar mucho tiempo antes en una estación de trenes que en un aeropuerto. Quizá, el primer viaje en tren por este país, si sería recomendable ir con antelación, para pasar tranquilamente los controles y localizar el andén.

Los aviones, suelen tener mucho retraso en este país debido a su congestionado espacio aéreo, que hace que muchos aeropuerto, tengan como tráfico anual, varias  decenas de millones de pasajeros.Pero China es un país de nueve millones y medio de kilómetros cuadrados (casi veinte veces más grande que España) y las distancias son enormes y pese al desarrollado sistema de trenes de alta velocidad, la duración con respecto a un avión, puede ser insalvable y es hasta probable, que incluso el billete aéreo cueste menos que el ferroviario.

Así, por ejemplo de Pekín a Xiamen (una ciudad costera de China relativamente de moda ahora), el tren rápido tarda de media unas 11 horas (costando el billete unos 220 euros ida y vuelta euros en segunda clase). Pues bien, en avión se tarda “solo” unas tres horas y el billete, para ida y vuelta, se puede encontrar por unos 160 euros en total.

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