viernes, 7 de abril de 2017

Viaje a Omán, 1º parte. Consejos prácticos

Pocos países me han sorprendido tan positivamente como ha sido el caso del Sultanato de Omán. Sin duda alguna, la gran joya desconocida del Golfo Pérsico y pese a ser fronterizo con los Emiratos Árabes Unidos, y consecuentemente con el fasto y pomposidad del lujo de Dubai, Abu Dhabi, etc. las ciudades omaníes huyen totalmente de este estereotipo y aun teniendo una gran riqueza de petróleo y gas, dicho país, ha sabido ante todo saber preservar sus tradiciones y cultura. Si a ello, le unimos una impresionante naturaleza, el viaje está más que amortizado.

Y ya lo creo que está amortizado ya que tras nuestro viaje a Jordania, lo combinamos con Omán, mi mujer y yo nos quedamos tan prendados de este país, que decidimos volver dos meses después. Viviendo en India, dicho destino se encuentra únicamente a tres horas en avión y con varios vuelos diarios directos, por tanto, lo hace como una salida de emergencia para los que vivimos en este país, tan lleno de contaminación y de caos, desgraciadamente.




REQUISITOS DE ENTRADA Y OTROS DATOS.

La entrada a Omán para los españoles es muy fácil. No hay que sacarse ningún visado previamente y basta con pagar unas tasas de visado en el propio aeropuerto, que son de 5 riales (unos 12 euros). Lógicamente, y como en la gran mayoría de los países, la vigencia del pasaporte tiene que ser al menos de seis meses. Al ser un país musulmán, no se recomienda traer en el vuelo nada de productos derivados del cerdo ni alcohol (aunque ya en el interior del país, se puede beber en algunos restaurantes).

La moneda oficial es el rial omaní, y un rial equivale aproximadamente a 2,5 euros. Así, como regla nemotécnica, indicar que cada 2 riales, hablaremos de cinco euros.

Omán no es un país precisamente barato y habrá que tenerlo en cuenta ante futuras visitas. Tal vez, incluso Dubai sea más barato. Pero bueno, en este post indicaré algunos trucos para que la visita a dicho país no resulte tan cara y salgamos con un buen sabor de boca.

Omán está situado en la península arábiga, en el suroeste, colindando con Yemen, Arabia Saudí y Emiratos Árabes. Asimismo, está bañada por una pequeña parte por el Golfo Pérsico y en su gran mayoría, por el Mar Arábigo.

Situación de Omán en el mundo


Mapa de Omán


En lo referente a la climatología, hay que elegir muy bien la fecha en la que se visitará dicho país. Nuestra primera visita fue a mediados de enero y debemos decir, que las temperaturas fueron fabulosas, con temperaturas entre 20 y 25 grados. Ya en nuestra segunda estancia, a mediados de marzo, las temperaturas ya rondaban entre los 25 y 30 grados y ya el calor, se hacía notar. Por tanto, evitar los meses estivales que coinciden con los de España. Quizá la mejor época, sea entre finales de octubre y mediados de marzo.

La principal religión de Omán es el islam y concretamente la rama ibadí, quizá una de las más abiertas. No hay ningún problema en la vestimenta que lleven los extranjeros e incluso, perfectamente en las playas, las mujeres pueden ir con bikinis y en las calles, con pantalones cortos. La tolerancia religiosa de este país es uno de sus principales bastiones y hace que prácticamente no se hayan oído casos de omaníes yendo a luchar a Siria o Irak bajo las siglas del DAESH, o de conflictos interreligiosos. De hecho en su capital, Mascate, pudimos ver varias iglesias católicas, tal vez algo difícil en otros países de dicha zona.

Una iglesia católica en Mascate

Con respecto a la seguridad ciudadana, no hay ningún problema y pudimos notar como en más de un coche, el dueño dejaba allí su móvil, portátil, cámara, etc. algo impensable desgraciadamente en muchos países de Europa. Incluso en algunas playas solitarias que estuvimos bañándonos, perdíamos la visión del coche alquilado al dejarlo aparcado y nunca tuvimos problema. En ese sentido, en cierto modo me recordó a Japón.

Omán es un país muy rico, con grandes prospecciones de petróleo y gas y que últimamente se está abriendo el turismo aunque de una manera sostenible, huyendo totalmente del modelo de Dubai. Así, es fácil ver impresionantes autopistas y a pocos kilómetros, pueblos que todavía parece que viven anclados en la historia.



País, sin duda, de contrastes



COMO LLEGAR A OMÁN

Bueno, como había comentado, para nuestro caso, es muy fácil ya que viviendo en India, está a solo tres horas de vuelo, pero lógicamente lo detallaré pensando si se sale de España.

Desgraciadamente no hay vuelo directo desde ninguna ciudad española y cuando estuve allí, vi que al menos los planes de la compañía de bandera, Oman Air, no se tenía pensado dicho vuelo para este año. Tal vez en un futuro no muy lejano conecte con Madrid ya que, prácticamente, es el único gran aeropuerto de Europa Occidental donde no vuela.

Así, que por tanto, el llegar, conllevaría una escala y en ese sentido, ya no habría problema porque se podría recurrir a las grandes compañías del Golfo Pérsico como Emirates, Qatar Airways o Etihad. En esta simulación a través del buscador Kayak, se pueden ver algunos precios para el mes de septiembre y vemos que ronda sobre los 250 euros con escala en Londres, una auténtica ganga y que tal desaparezca pronto dicho precio. Precios ya más normales, sería en torno a los 500 euros i/v.

Precios i/v a menos de 250 euros a Omán desde Madrid. Tal vez, sea algo excepcional.


Actualmente se está construyendo un nuevo aeropuerto en Mascate, capital del país y principal vía de acceso aéreo. El aeropuerto actual, se nota que se ha quedado pequeño pero no está mal del todo y es fácil moverse por él y está dotado de varias tiendas dutyfree y restaurantes.

Algunas zonas del aeropuerto de Mascate, como la de
recogida de equipajes, ya se ha quedado muy obsoleta

Zona aire de dicho aeropuerto



COMO MOVERSE POR OMÁN

Para moverse en este país, solo hay una opción válida, alquilar un coche. La red de transporte de autobuses entre diversas ciudades es inexistente e incluso dentro de Mascate, pudimos notar que prácticamente no hay una infraestructura excesiva. Esto es relativamente un mal endémico en los países del Golfo Pérsico, donde el coche es prácticamente el único medio de transporte existente. Hasta ver motos, era muy difícil.

El claro ejemplo de una nula infraestructura de autobuses, se puede notar hasta en los famosos autobuses turísticos, muy característico en muchas ciudades. Así, por ejemplo, para un día, el ticket de dicho bus vale 68 dólares (unos 65 euros) aunque bueno, como mal menor, para dos días es un poco más barato, 66,30 doláres (unos 64 euros) para ambos días. Sinceramente, viendo estos precios, está claro que la opción de coger coche es prácticamente la única viable.

Los caros autobuses turísticos de Mascate

En lo referente a alguna recomendación para alquiler de coches, las dos veces nos decantamos a través del buscador AutoEurope y concretamente, en Thirsty. Así, un buen coche Toyota Yaris (que se asemejaba más bien a un modelo Avensis), para una semana cuesta unos 200 euros, o sea, menos de 30 euros al día. La opción de coger un 4x4 solamente (su alquiler ronda los 700 euros semanales) es viable si se desea usarlo por el desierto o por senderos de tierra pero con un coche tradicional, es más que suficiente.

Toyota Yaris en Omán, mucho más grande que el tradicional que se
ve en Europa


Con respecto al alquiler, nuestra sorpresa fue en la primera visita que realizamos al país y habíamos solicitado un coche de cambio manual, el tradicional de España, pero nos indicaron que ese coche se había acabado y que nos ofrecían un coche de cambio automático. Lógicamente, nuestra sorpresa y temor fue mayúsculo ya que nunca habíamos conducido un automóvil de dichas características. Pero tras la explicación del encargado del rent a car de como funcionaba el coche y haciendo una pequeña práctica en el aparcamiento del aeropuerto, al final, llegamos a la conclusión que es muchísimo más cómodo y menos cansino que un coche de cambio manual. Normalmente conduce mi mujer pero en este caso, compartimos la conducción entre ambos e incluso, hemos pensado en la posibilidad de comprarnos un coche automático en el futuro cuando el que tenemos, ya solicite un cambio.

Las carreteras en Omán son excepcionales. Es increíble la red en este país para una población de no más de cuatro millones de habitantes y en nuestro periplo por esas latitudes, pudimos notar que había veces que conduciendo 100 kms., si veíamos más de 20 coches en toda esa distancia, era mucho.





Omán es un país muy montañoso, de hecho su costa en una gran mayoría de las veces está formada por acantilados que hacen que el seguir una ruta por la costa, hace que se tenga que adentrar muy en tierra firme para continuar. Eso hace que también podamos disfrutar de paisajes prácticamente lunares, con una sensación de mezcla de soledad y montañas salidas de la nada.




Hermosas carreteras, sin duda.


Con respecto a la gasolina, no hay ningún problema. Afortunadamente, estamos en un país con una gran producción de petróleo y eso se nota en repostar, donde llenar el tanque, no cuesta más de 15 euros en total.

Una cosa que nos llamó la atención, es que como aplicación GPS en el móvil, Google Maps no reconoce una gran parte de Omán y tuvimos que descargarnos otras tales como Here o Maps.me. Muy a tener en cuenta este dato.

DONDE ALOJARSE

El alojamiento es otro de los aspectos donde uno se da cuenta que este no es un país precisamente para presupuestos ajustados. El concepto de hostal y de albergue en este país, no existe. No obstante, el hotel donde nos alojamos mi mujer y yo, es una buena opción, y que si se reserva con antelación, se pueden conseguir precios por unos 70 euros la noche con desayuno (opción muy recomendable). El hotel en cuestión es Hotel Al Falaj y es de cuatro estrellas. Por relación calidad/precio, sin duda de lo mejor.


Habitación estándar del hotel

Piscina del hotel aunque con las hermosas playas que tiene Omán,
poco debe usarse


Zona de desayuno del hotel

Asimismo el hotel, en la última planta, tiene uno de los mejores restaurantes japoneses del país. Allí cenamos una noche y estuvo bien.




La situación del hotel está muy bien para acceder rápidamente a las principales autopistas de acceso a la ciudad y también, está como a unos cinco minutos en coche de la principal zona turística de la ciudad, el Paseo de la Corniche (Muttrah).

Booking.com

DONDE COMER

Este es quizá uno de los principales hándicaps que tiene Omán, que no vimos una gran oferta de restaurantes con unos estándares similares a los que se podrían ver en occidente, sino más bien, como de comida rápida pero de su estilo, es decir, de muchos lugares de kebabs y de pinchitos. Los precios en este caso podrían ser de entre 3 y 7 euros.



Como recomendación para comer por una buena relación calidad/precio, sin duda estos dos son imprescindibles:

Turkish House Restaurant.-Quizá el restaurante con la mejor relación calidad de precio de Mascate y con una variedad para todos los gustos. Su principal especialidad es la langosta (una entera de gran tamaño, cuesta 25 euros) y también, tiene platos de pescado frito (sobre 10 euros) y también de carne (sobre los 10 euros). Dos personas pueden comer (y saciarse) por unos 40 euros pero esa misma comida podría valer en cualquier restaurante de España, sobre los 100 euros.

Precios en dicho restaurante. Para pasar a euros, multiplicar por 2,5
Una parrillada de carne al estilo árabe

Pescado frito, con una frescura impresionante

La especialidad de la casa, langosta


Otra posibilidad, si se desea comer cerca del mar, es en el Marina Bandar Al Rowdha, situado en un Club Náutico a la entrada de Mascate. El precio para dos personas ronda los 40 euros.


Situado en un muelle deportivo, hace del comer aquí muy relajante






Los batidos de frutas,  también merecen una atención especial en este país por su calidad y frescura. Un buen batido no suele superar los 2,5 euros.

Una gran variedad de zumos y batidos, sin duda.

 Asimismo, durante nuestra visita a Nizwa, un hermoso pueblo situado a unas tres horas en coche de Mascate, pudimos disfrutar de un menú típico omaní, por 25 euros para dos personas.

Menú típico omaní

COMO PLANIFICAR LA VISITA POR OMÁN

Omán es un país de unos 300.000 kilómetros cuadrados, en su gran mayoría desierto. Quizá, la gran mayoría de los lugares a ver, se encuentren en un radio de 100 kilómetros alrededor de su capital, Mascate. Por ello, quizá la mejor opción sea fijar como cuartel general un hotel en Mascate y desde allí, irse moviendo a los distintos lugares. En una semana, daría tiempo suficiente para ver las principales atracciones.

Ya fuera de la capital, el encontrar alojamiento, puede ser algo difícil ya que pese a estar este país abriéndose al turismo, aún no tiene una gran oferta de alojamiento. También, está la posibilidad de visitar el país con una tienda de campaña, que en ese sentido, no hay ningún problema, tanto de permisos como de seguridad.


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