martes, 25 de enero de 2022

Días de nieve en Pekín, China.

Entre el jueves 20 y el domingo 23 de enero (de 2022), prácticamente no paró de nevar en la capital china, Pekín. Si bien, estando esta urbe relativamente bastante al norte, realmente no es que se prodigue mucho en nevadas, de ahí su excepcionalidad de en este caso.

Mi esposa y yo, en los cuatro años y medio que llevamos viviendo en esta ciudad, diríamos que podríamos contar el número total de nevadas con los dedos de la mano. Digamos que la media, cada año, como mucho son dos o tres en total, y muchas de ellas, fugaces y de poca intensidad.

De ahí que la nevada de forma incesante durante tres días, la hizo algo fuera de lo común. Teniendo en cuenta que debido a las restricciones que hay en esta ciudad, y en gran parte del país, en lo referente a la movilidad, hizo que gran parte de esos lugares, estuviera lleno de residentes pequineses, resignados (en los que mi esposa y nos incluimos) casi sin poder salir de la ciudad debido a los numerosos test PCR que debemos hacer al salir y volver a entrar a la capital china. 


En este post, hablaré de una sugerente ruta si alguna vez tiene la ocasión de estar en Pekín y que. Para ello, indicaré dichos lugares y el link (si lo hubiere) del momento oportuno que hablé sobre dichos emplazamientos en posts anteriores.

La ruta que se sugiere (y que prácticamente sigue el conocido como eje central histórico de Pekín), es la siguiente:


LA TORRE DEL RELOJ Y DEL TAMBOR

Dicho lugar, es muy famoso por ser, en la época imperial, desde donde se indicaba los cambios de horas en la ciudad (similar a lo que serían las catedrales).





Se encuentra una torre frente a la otra. Para tener una mejor visión de la ciudad nevada, una opción puede ser subir a la Torre del Tambor, ya que, desde lo más alto de dicho lugar, se divisa una gran parte de la ciudad antigua de la ciudad.







El precio de entrada a dicha torre, es de 20 yuanes (unos 2,5 euros). Indicar que, en dicha torre, hay un espectáculo (normalmente a las y media de cada hora) donde se simula como anteriormente se comunicaban las horas y edictos del emperador.

Alrededor de dichas torres, al igual que en gran parte de esta zona, se encuentran los barrios antiguos pequineses, conocidos como hutones, y que ofrecen también impresionantes estampas nevadas, en sus pequeños callejones.





EL LAGO HOUHAI

A unos pocos metros del emplazamiento anterior, se encuentra el Lago Houhai, uno de los principales pulmones sociales y turísticos de la ciudad. 





Durante gran parte del invierno y debido a la congelación de sus aguas, este lugar convierte en una gran atracción debido a que en su superficie helada, se convierte en una gran pista de trineos y otros aparatos que permiten patinar por el hielo.




La entrada a dicho lugar es totalmente gratuita y es, sin duda, uno de los principales lugares para desconectar en la ciudad.

Para más información sobre dicho lugar y zonas aledañas, aquí te dejo un post que realicé en su día.

EL PARQUE BEIHAI

Prácticamente, frente a frente del anterior lugar, se encuentra el Parque Beihai, de una belleza inconmensurable.





En la parte norte de dicho parque, se encuentra una serie de pequeños monumentos muy interesantes y es, si se desea ver algo distinto a naturaleza, una buena opción.





El precio de la entrada al parque, y que incluye los lugares anteriormente indicados, es de 10 yuanes en temporada alta (1,5 euros aproximadamente) y de 5 yuanes (0,75 euros) en temporada baja.




Si se desea seguir la ruta indicada en este post, debe salir por la puerta Este de este parque. Entre esta puerta y el siguiente destino, la Colina del Carbón, hay unos pequeños estancos que venden dulces típicos pequineses, muy recomendables.

LA COLINA DEL CARBÓN

La Colina del Carbón es uno de los puntos más altos del centro urbano de Pekín y su origen data de los restos de las obras del principal monumento de la ciudad, la Ciudad Prohibida. Si se sube a lo más alto, se tendrá una visión perfecta de dicho recinto palaciego y de gran parte de la ciudad.





Ese día, y como la ocasión lo merecía, había bastante gente. Una gran nevada así, merecía la pena y había que “luchar” por ganarse un hueco entre tanto gentío.





El precio para acceder a la Colina del Carbón, cuesta 2 yuanes (unos 25 céntimos de euro). En la parte de norte de este recinto, hay una serie de templos que, en paisajes nevados, lo hacen mucho más vistosos y hermosos.





LA CIUDAD PROHIBIDA

Ya desde la Colina del Carbón, que comentamos anteriormente, si se obtiene hermosas vistas, ya dentro debe ser lo máximo. El problema es que para entrar a dicho recinto, hay que comprar entradas con unos días de antelación y mi esposa y yo, no podíamos prever que caería una nevada tan intensa. Además, ese día se veía que el recinto estaba bastante lleno, como se podía ver en puerta de salida.




No obstante, para tener una pequeña muestra, se puede visitar el gran foso que hay en la parte norte de este monumento, justo enfrente de la Colina del Carbón.






Y si se bordea por el exterior la Ciudad Prohibida (a través de la Calle Beichang si es por el lado este), podremos ver que hay una calle perpendicular a ésta y entrar a la entrada principal de la Ciudad Prohibida, donde se recoge las entradas, tras previo pago online.




Ahí podremos ver su increíble pórtico y de forma totalmente gratuita, tras atravesar sus congelados fosos. Tras visualizarlo, deberemos volver por la misma entrada o, si se desea, salir por la otra puerta, anexa a la puerta principal. Lo que no se puede hacer, es salir por la Plaza de Tiananmen directamente, porque está prohibido el paso. 





Aunque es mejor volver a tomar la calle Beichang (la que está situada al oeste y va en paralelo a  la Ciudad Prohibida) y tomar la línea de autobús número 5 (precio del billete, dos yuanes) para llegar al siguiente destino, Qianmen.

Viendo el mapa, con la ruta anteriormente propuesta, se podría decir que porque no se puede ir caminando. Entre comillas, se podría ir caminando, pero para el camino más corto, habría que atravesar la Plaza de Tiananmen y, de un tiempo para acá, parece que a las autoridades chinas no le hace mucha gracia que los extranjeros entren en ella y si le permiten entrar, probablemente todo ese recorrido se sienta acompañado por la policía.

Otra de las grandes incongruencias que se ve aquí en China, que un lugar tan conocido y que tras haber pasado un control de seguridad (para entrar hace falta pasaporte, téngalo en cuenta), luego, a pocos metros, esté uno vigilado por policías. 

Para más información sobre la Ciudad Prohibida, aquí te dejo un post anterior. También, alrededor de dicho recinto, hay numerosas atracciones gratuitas (ver post).

QIANMEN

Tras haber llegado a esta zona, quizá lo más recomendable sea meterse en la zona de hutones. Por un lado, en la parte oeste, está la zona llamada Dashilar, que prácticamente no ha cambiado en siglos su estructura. Esta zona fue muy famosa en su tiempo, por albergar una gran cantidad de teatros de ópera china. Esta zona, al estar habitada, ya había menos hielo, a fin de hacer transitables las calles.





Y por el lado este de la Calle Qianmen, se encuentra una zona rehabilitada, donde discurre un pequeño riachuelo, que al congelarse, le da una belleza impresionante, con un fondo blanco hermoso. 






Y tomando como referencia la Calle Qianmen, que está en el eje central histórico de Pekín, justo entre ésta y Tiananmen, tenemos la imponente Puerta de Zhengyanmen, con su tejado nevado y aprovechando la coyuntura, con propaganda de los Juegos Olímpicos de Pekín 2022.





Aquí termina nuestra crónica de una ruta por Pekín para disfrutar de sus hermosos paisajes nevados. Unas instantáneas que se nos quedará en nuestras retinas para siempre.


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