jueves, 2 de noviembre de 2017

Qué ver en Pekín (I). El Lago Houhai y alrededores

Comenzamos este primer post sobre lugares recomendables a  visitar en Pekín, de forma detallada, con un recorrido que no es muy conocido entre los turistas pero que si vienen a visitar esta hermosa ciudad, es sin duda, una experiencia muy gratificante ya que durante este trayecto, nos encontraremos con tres pilares muy característicos de esta ciudad, que son la naturaleza, la historia y la vida callejera. Todo ello, enmarcado en un espacio de unas dos a tres horas caminando.

Hablamos del Lago Hòuhăi y su entorno, que se puede recorrer perfectamente a pie o incluso, a bicicleta. El trayecto circular, que se sugiere, es el siguiente:






YANDAI XIEJIE

Para llegar a este punto, la estación de metro más cercana es Sichahai, correspondiente a la línea 8.

El inicio de esta ruta es en esta pintoresca calle  que simula un poco como eran las calles antiguas de China. Al principio, destaca un gran arco chino y tras rebasarlo, veremos pequeñas tienditas, principalmente enfocadas a los souvenirs o restauración. Si uno ha viajado por Japón y es fan de la comida rápida de dicho país, justo a la derecha de dicho arco, antes de atraversarlo, se encuentra un local de la cadena de restaurantes Yoshinoya, cuya principal especialidad está basada en platos con curry japonés, muy distinto, y más suave, que el tradicional indio.



La calle en sí, es una auténtica delicia pasear por ella porque da una sensación de viajar en el tiempo. Afortunadamente, las autoridades chinas han reaccionado a tiempo en la desaparición de zonas antiguas y ahora, por ley, están protegidas.

Tal vez, si se desea un recuerdo de China, esta sea una buena zona para comprar algo. Hay que tener en cuenta que no hay muchos extranjeros (más bien turismo local) y es por ello, que los precios probablemente sean más bajos que otros destinos turísticos más concurridos como podría ser la Ciudad Prohibida o la Gran Muralla China.















TEMPLO DE GUĂNGHUĂ 

Cuando mi mujer y yo hicimos este recorrido, en octubre de 2017, dicho templo estaba rehabilitándose y por tanto, su esplendor quedaba muy eclipsado. Su construcción data de 1719.






LAGO HÒUHĂI

Tras haber visitado el templo anterior y siguiendo recto por dicha calle, divisaremos de lejos el Lago Hòuhăi. Sorprende notoriamente la gran cantidad de lagos, e incluso ríos, que tiene esta ciudad. Este lago, en su orilla, es un exponente de la vida cotidiana de los pekineses y veremos que aunque supuestamente esté prohibido bañarse, muchos oriundos lo hacen e incluso a temperaturas algo frías, como podría ser en octubre. La extensión de este lago es tan grande que muchas veces, no se ve la orilla al otro extremo. También, existe la posibilidad de alquilar un bote y navegar por el lago.














Algunas fachadas de casas que nos podemos encontrar en el paseo del lago


ANTIGUA RESIDENCIA DE SONQ QINGLING

En la misma orilla del lago, podemos ver grandes mansiones de estilo chino, unas abiertas al público y otras no. Una de las más bonitas abiertas es la que corresponde a la antigua residencia de Song Qingling, esposa de Sun Yat Sen, fundador de la República de China en 1912. También fue residencia del príncipe Chun, padre de Pu-Yi, último emperador de China.

Como museo fue inaugurado en 1982 y reformado en 2009. La visita es muy interesante ya que aparte de ver una maravillosa mansión china con jardines y estanques, también nos da una idea de lo que ha cambiado históricamente este país, pasando en menos de 40 años, de una monarquía feudal a una dictadura comunista (de 1912 a 1949) pasando por medio por una guerra civil o una invasión japonesa.

El precio de la entrada es de 20 yuanes (unos 2,5 euros) y el horario de visita es de 9:30 a 17:30. 

También, muchas veces, esta mansión se utiliza como lugar de exposiciones itinerantes como ocurrió durante nuestra visita, y que consistió en una pequeña feria floral de unos cuantos días de duración. La afición que siente este pueblo por las flores es grandísima y una muestra fue esta exposición. Asimismo, para fechas muy señaladas como la Fiesta Nacional (a principios de octubre), toda China se engalana con flores en sus principales avenidas y puntos turísticos.












Justo al final del Lago Hòuhăi, se encuentra una serie de pequeños restaurantes con terrazas, muy agradables para reponer fuerzas. Al norte se encuentra el Lago Xĭhăi, que sinceramente no nos aporta nada relevante en dicho recorrido y por tanto, se podría prescindir de él totalmente.

HUTONES A LOS ALREDEDOR DEL LAGO HÒUHĂI

Tras llegar a la punta del Lago Hòuhăi, se puede seguir la orilla pero es mucho mejor adentrarse por los callejones y empezar a ver una estructura arquitectónica de pequeñas casas, llamadas hutones. Así eran los antiguos barrios de Pekín y tras una gran eliminación de parte de ellos debido a la construcción de nuevos complejos residencias con motivo de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, se decidió posteriormente preservarlos. Sin duda, su valor histórico, es de gran importancia.

Perderse por un barrio de hutones en Pekín es una de las mejores experiencias. Aunque muchas veces, parece que son zonas deterioradas y se puede temer por la seguridad, hay que tener en cuenta que China es un país muy seguro y que por tanto, no deben temer por ningún robo a la fuerza. La seguridad en esta ciudad es tan grande que la gran mayoría de avenidas, por la noche, casi carecen de iluminación, algo que al principio puede resultar extraño pero que posteriormente, cuando uno vive aquí, lo agradece porque hay que tener en cuenta que mucha luz, también es un tipo de contaminación, la lumínica y que hace que los ojos se cansen.











RESIDENCIA DEL PRINCIPE GONG.

Un lugar muy recomendable en Pekín y que prácticamente no recibe turistas extranjeros, es la Residencia del Príncipe Gong, catalogada, y con todo merecimiento, como la mejor casa antigua con patio en Pekín.

Si desean ir a ella, se darán cuenta que es una pequeña Ciudad Prohibida, con sus pequeños templos, dependencias, etc. Su construcción data de 1777 y consta de 60.000 metros cuadrados, lo cual, ya es una cifra de sus impresionantes dimensiones.

Sin duda, una visita muy recomendable y que no deben perderse.

El horario de visitas es durante la temporada alta (del 15 de marzo al 31 de octubre), de 8:00 a 18:30, aunque las taquillas cierran a las 17:00. Para la temporada baja (del 01 de noviembre al 14 de marzo), de 9:00 a 18:30, cerrando las taquillas a las 17:00. Durante la temporada baja, cierra los lunes.

La entrada cuesta 40 yuanes (unos cinco euros). Tal vez, el precio de la entrada sea uno de los más elevados de las principales atracciones de Pekín pero sin duda alguna, merece mucho la pena.



















De vez en cuando, en dicha residencia, se organizan eventos tales como representaciones de ópera china, exhibiciones, etc. En la web oficial, se indican dichos actos y fechas.

PUENTE DEL LINGOTE DE PLATA

Tras terminar  de visitar el monumento anterior, nuevamente nos vemos en la disyuntiva de seguir por el cauce del lago o adentrarse en los hutones. Yo sinceramente, prefiero esto último ya que es un estilo arquitectónico (y de vida) que solo podremos disfrutar en estas latitudes aunque verán que tampoco hay que desviarse mucho del lago. 

Nuestro punto final en este trayecto circular, es el Puente del Lingote de Plata (Yindingqiao), un hermoso puente rodeado de pequeños restaurantes donde si no se ha comido antes, será un buen colofón a este circuito. Ya tras cruzar dicho puente, llegaremos a nuestro punto inicial, la bonita calle Yandai Xiejie.






Y aquí termina este agradable recorrido circular de este hermoso rincón oculto en Pekín. Si durante una visita a esta ciudad, les sobra algo de tiempo, conocer esta zona, es muy recomendable.


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