jueves, 28 de junio de 2012

Crónica de mi viaje al Japón (V). Kamakura


Dentro de las posibles alternativas de excursiones que se pueden hacer en las cercanías de Tokio, están Kamakura y Nikko.

Yo me decanté por la primera opción, ya que se encuentra a una hora de la Estación de Tokio cogiendo la línea Sobu Line (760 yenes el trayecto, unos 7,5 euros) y también por que en la ruta que contaré más abajo, el punto final son las costas del Océano Pacífico y con unos carteles indicativos en las playas, que para nuestro caso, puede resultar llamativo pero para los japoneses, es una realidad con la que deben convivir, los temidos tsunamis.

La visita a Kamakura, al igual que otros lugares del Japón, debe organizarse de manera muy temprana ya que la gran mayoría de los templos a visitar terminar a las 17:00 horas.

Si se organiza un viaje al Japón, sin salir del area de Tokio, la ruta por Kamakura es un buen sustitutivo de Kioto a la hora de ver impresionantes templos budistas.


Como lugares recomendables a visitar (en mi caso, para mayo de 2012, 1 euros=100 ¥) , están los siguientes

  • Estación Kita Kamakura
    • Templo Engakuji. A unos pasos de la estación.
    • Templo Tokeiji. A cinco minutos de la estación. 100 ¥
    • Templo Jochiji. A cinco minutos de la estación. 300 ¥
  • Estación Kamakura
    • Tsurugaoka Hachimangu (a 10 o 15 minutos estación).
  • Estación Hase
    • Gran Buda Daibutsu (a cinco minutos de la estación). 200 ¥
    • Templo Hase (a cinco minutos de la estación). 300 ¥

Para ir de una estación a otra, el mejor medio de transporte es el tren y entre un tramo y otro, son unos cinco minutos de trayecto.

KITA KAMAKURA

Es quizá de las tres estaciones, donde menos turistas se ven aunque eso no es hándicapa para no dejar de visitarla. Como digo, si se planifica bien el día y se llega temprano, se puede ver muchas cosas. El pueblo de Kita Kamakura, me pareció el típico pueblo japonés, donde el tiempo no transcurre y se respira una paz total. Desde la estación de trenes, veremos carteles indicativos que nos indicará la dirección y distancia a cada templo.

Sin duda alguna, destaca el Templo Engakuji, con sus grandes jardines y la hermosa arquitectura de sus templos. A aquellas personas que les guste la jardinería, Japón es su paraíso particular. Es impresionante lo cuidado que están y la sofisticación que se busca en ellos.

KAMAKURA.

Al llegar a la estación de Kamakura, nos damos cuenta que estamos ante una localidad mucho más grande, llena de negocios y de restaurantes de comida rápida enfocada al turismo.

Con respecto al turismo, he de hacer un inciso. Justo unas semanas antes de ir al Japón, en un programa de televisión (Callejeros Viajeros) dedicado a Kioto, indicaba que era una de las ciudades más visitadas del Japón, con 50 millones de turistas ¿? pero de esos 50, 49 millones eran japoneses. Y en efecto, lo noté en las dos semanas que estuve en el Japón. Creo que si vi 100 turistas occidentales en total (y en Japón es fácil reconocerlos) fue mucho. Entre la lejanía, el precio de los billetes, ese supuesto choque cultural, la carestía de la vida (muy relativa porque Londres, Oslo o Estocolmo me han parecido mucho más caras) pues está claro que forma un conjunto que hace que el Japón tal vez no sea la primera opción turística. Tampoco, si nos damos cuenta, es un país que se promocione mucho turísticamente. Tal vez huya de la masificación turística pero a los que llegamos allá, se abren y se entregan totalmente, siempre con una sonrisa en la boca y dispuesto a ayudar.

Bueno, siguiendo con Kamakura, aquí destaca principalmente el Templo de Tsurugaoka Hachimangu. El santuario está dedicado a Hachiman, al patrocinador dios de la familia de Minamoto y del samurai en general.

En año nuevo, es una de las principales atracciones turísticas en Japón, con más de dos millones de visitas. Nuevamente, en este santuario, nos encontramos con un gran estanque y cuyas orillas sirve de lugar para picnic de muchas familias japonesas.

HASE

Y nuestra parada en esta excursión, termina en Hase.

Si todavía se tienen ganas de ver templos, el de Hase es uno de los más bonitos. Pero si hay ganas pero no tiempo (tal vez), entonces nos debemos decantar claramente por visitar una figura del Gran Buda (Daibatsu), que es la segunda más grande del Japón, con 13,35 mts., después de la de Nara (que hablaremos en la próxima entrada). Es realmente impresionante dicha escultura, digna de estar un buen rato contemplándola.

Y ya como destino final de nuestra singladura, está claro que si nos encontramos en una ciudad costera al este del Japón, irremediablemente, estará bañada por el Océano Pacífico y no todos los fines de semana, se puede ver. Había que ir a verlo.

Ya en las cercanías de la playa de Kamakura, pudimos ver los carteles que comenté anteriormente, las distintas precauciones a tener en cuenta a la hora de un tsunami. Es algo con lo que el Japón tiene que convivir y por tanto, aquí se convierte en una necesidad. El día no acompañaba para tomar un baño (ni tampoco iba preparado en la vestimenta) pero si al menos tocar el agua y cubrir uno de esos hitos que a veces nos imponemos los seres humanos, en este caso estar en los cinco océanos. A mi me quedan el Glacial Ártico y Antártico. 

Ya en mi ultima entrada, hablaré de Nara e Inari, muy cerca de Kioto.

Algunas fotos que saqué de dicho día:

















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