jueves, 5 de julio de 2012

Crónica de mi viaje al Japón (VI). Nara e Inari


Con esto, empiezo mi ultima crónica de mi viaje al Japón. Hablaré de una excursión que se puede hacer de un día, que es a la ciudad de Nara y también de la localidad de Inari.

La ciudad de Nara, es muy importante en la historia del Japón, ya que fue la primera capital permanente que tuvo. Fue fundada en el año 710 y ostentó la capitalidad hasta 784 y eso ha repercutido positivamente en su legado histórico, al ostentar ocho monumentos declarados patrimonio unviversal por la UNESCO.

El trayecto desde Kioto, dura unos cincuenta minutos y existen dos opciones. A través de JR Lines (así podemos utilizar el JR Rail Pass) o a través de Kintetsu Nara Station. Si llegamos a través de JR Lines, el hándicap que tendremos es que dicha estación está un poco más lejos de las principales atracciones que la de Kintetsu Lines pero tampoco a una distancia exagerada que nos haga desistir de dicha posibilidad. Tratándose de JR Lines, el precio del billete es de 690 yenes (unos 7 euros).


La localidad de Nara, se encuentra en todos los recorridos turísticos que se ofrecen en Japón, por tanto, debía ser una opción segura.

Al ir caminando desde la estación de trenes al Parque de Nara (donde se encuentran las principales atracciones de dicha ciudad), nos encontramos con el Templo Kofuku-ji, caracterizado con dos pagodas, una de tres y pisos y otra de cinco. En el momento que fuimos (mayo de 2012), se encontraban en obras y rodeadas de andamios y redes metálicas, y por tanto perdía parte de su encanto. Esta primera visión, nos sirvió para ver la herencia histórica que tenía Nara por ser la primera capital nipona.

Al irnos acercando al parque que comenté anteriormente, ya vimos por lo que Nara es famosa en Japón y es ver una gran cantidad de ciervos viviendo libremente y cuando digo libremente, me refiero en todo su contexto. Es muy llamativo, al menos en mi caso, ver como existía una gran cantidad de estos animales como si formara parte de la vida cotidiana y mezclándose con la gente como un elemento más de la sociedad. Allí, la gente le daba galletas, frutos secos, etc.

Una vez más, se demostraba la educación japonesa por tener respeto por cualquier tipo de vida ya que a los animales, no se les notaba asustadizos como a veces he visto en Europa. Sin duda, son de esos momentos que parece que uno está en una novela o en un mundo diferente. Así transcurrió nuestro camino hasta el principal monumento, con ciervos a los lados y acercándonos dócilmente cuando sacabamos comida de la mochila, que dicho sea de paso, estos animales como muchos, tienen memorizado el ruido de los plásticos ya que lo asocian a a comida.

Y llegamos a la principal atracción de Nara y uno de los lugares más visitados del Japón, el Templo Todaiji (la edificación de madera más grande del mundo) y que en su interior alberga la estatua de Buda (Daibatsu) más grande del país, con 16,2 mts. Ponerse a los pies de dicho Buda, es impresionante, dando una sensación de autoinsignificancia.  El precio para ver ambos lugares es de 500 yenes (unos cinco euros en mayo-2012) y como en todos lugares importantes del Japón, hay que tener en cuenta el horario de apertura, de 7:30 a 17:30 de abril a octubre y de 08:00 a 16:30, de noviembre a marzo.

Continuando en el Parque de Nara, en la que el templo anterior se encuentra en el, nos encontramos con el Santuario Kasuga Taisha. Es un lugar, que al igual que muchos otros que vimos su máximo exponente lo comentaremos más adelante en la crónica de Inari, y es que destaca ampliamente el color naranja. Es un lugar muy utilizado para celebraciones tradicionales y su entrada está flanqueada por cientos de faroles, lo cual le da un toque mucho más ancestral y de espiritualidad.

La visita a estos dos templos, rodeados de un marco incomparable que es el Parque de Nara y rodeado de cientos de ciervos, fue sin duda un momento de relax y desconexión total. Como indiqué en otras entradas, es increíble como se cambia de ambiente en dicho país en unos pocos cientos de metros.

Existían otros templos interesantes en Nara tales como el Templo Horyuji (40 minutos en bus desde la estación de Nara) y el Templo Toshodaiji (a  15 minutos en bus) pero el tiempo nos colapsó con las visitas que comenté y debiamos ir a Inari, otro referente y lugar distinto al que habíamos estado visitando.

Algunas fotos de Nara:

Ciervos en las calles de Nara



Templo Todaiji

Templo Todaiji

Gran Buda (Daibatsu)

Gran Buda (Daibatsu)

Gran Buda (Daibatsu)






Templo Kasuga Taisha


Templo Kofuku-ji




INARI

Hay que tener en cuenta que para ir de Kioto a Nara, la duración en tren es de unos cuarenta minutos. Al volver a Kioto, si lo hacemos con un tren regional, llegaremos a la estación de Inari y a tan solo cinco minutos de la Estación de Kioto. Por tanto, visitarla se puede hacer como complemento de Nara o en todo caso, por la cercanía, darse un pequeño salto.

La localidad de Inari, con un poco de humor, sería el lugar ideal de los hinchas holandeses. Lo digo por el resalte del color naranja que veremos en todo momento. Nada más salir de la estación, nos encontraremos con un gran Torii (un Torii es la famosa puerta que da acceso a los templos japoneses) y cuando lo atravesamos, nos encontramos con el Templo Fushimi Inari, el más famoso de los múltiples dedicados a Inari, el dios shinto del arroz y que los zorros son sus mensajeros.

Al ver el templo, justo por unas escaleras y bien señalizado, llegamos a la principal atracción, los torii de Inari, una concatenación de cientos de ellos y que como verán en las fotografías, es una sensación de relajación y armonía que adquiere uno al caminar por ellos. Si se desea hacer el camino entero, es de unas dos horas pero con media hora, quizá sea suficiente. Es recomendable hacerlo a la hora de la tarde, cuando la luz del sol se va atenuando y formando una combinación perfecta con esos tonos naranjas.

Y con esto, termino mis crónicas del Japón. Se que volveré así que lo dejo como un hasta luego. Otra persona más (y se de muchas) que han caído en el embrujo de ese gran país.

Algunas fotos de Inari:

Templo Fushimi Inari

El marketing, muy presente en Japón


Consecución de torii






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