lunes, 23 de julio de 2012

24 horas en Zürich (I)


Este post estaba pensado para ser una única entrada pero empecé a escribir tanto (¿defecto o virtud?, jeje) que al final lo dejaré en alguno más.

En el mes de marzo de 2012, durante una promoción de Vueling (www.vueling.com) en Facebook, el #vuelingday, me tocó un viaje a Zürich (ver listado de ganadores, yo soy el segundo en la relación de Zürich). Lo malo del sorteo, es que solamente era para una persona, mal asunto para una persona casada, jeje y al haber estado allí previamente pues decidí ir un viaje de fin de semana.

Al vivir en las Islas Canarias, en el caso de Vueling, tenía que pasar irremediablemente por Barcelona. Mirando diversas fechas, la que mejor se me adecuaba era la correspondiente al fin de semana del 14 al 16 de julio. Los horarios fueron los siguientes:


Viaje de ida:

  • Sábado 14 de julio, Gran Canaria-Barcelona (20:45-00:55)
  • Domingo 15 de julio, Barcelona-Zurich (07:30-09:20)

Viaje de vuelta:

  • Lunes, 16 de julio, Zurich-Barcelona (10:00-11:50)
  • Lunes, 16 de julio, Barcelona-Zurich (17:55-20:10)

Viendo los horarios, el de la ida, no era del todo bueno ya que tenía que pasar la noche en el aeropuerto de Barcelona pero como he estado otras veces haciendo noche y con la novedad de conocer la nueva terminal T1 y las relativas pocas horas entre un vuelo y otro, pues lo afronté con optimismo y expectación.

El vuelo entre Gran Canaria y Barcelona, fue tranquilo. Había 157 pasajeros sobre un aforo de unos 180 asientos. Últimamente, me ha dado por elegir la última fila, en el caso de Vueling, la 31. Al menos, no tengo gente atrás y por tanto, evito posibles golpes a mi asiento y especialmente si atrás hay niños. Además, tuve la suerte que en los dos sillones anexos al mío, no se sentó nadie.

Algunas fotos de los prolegómenos y viaje a Barcelona:


Aeropuerto de Gran Canaria (LPA)

Rumbo a Barcelona (BCN)

El avión de Vueling que nos llevaría a Barcelona

 La llegada a Barcelona fue sobre la hora prevista, la una de la madrugada y me esperaba una noche larga. Al salir del avión por el hub correspondiente, llego a las puertas de acceso B y sobretodo, a zona de embarque lo cual, lo prefiero, por comodidad, seguridad y tranquilidad.  La nueva terminal me parece muy bonita y funcional. Está claro que la antigua terminal, hoy la T2, ya estaba algo caduca y se necesitaba una terminal acorde a la segunda ciudad de España.

Por la larga longitud de sus pasillos, tenía un cierto parecido a la T4 de Madrid. Los servicios durante la noche se limitaban a un McDonalds, un Caffé di Roma y poco más. Además, hay un gran número de televisores (la noche que estuve, todas sintonizaban Teledeporte) y en casi todas las columnas, enchufes, lo cual se agradece para conectar dispositivos electrónicos para recargarlos o usarlos.

Asimismo, los mensajes por megafonía durante la noche únicamente se limitaban a uno cada hora, muchísimo mejor que el machaque de Madrid-Barajas, que es cada 15 minutos.

Por tanto, en una posible noche de pocas horas en un aeropuerto, quizá el aeropuerto de Barcelona T1 sea mejor que el de Madrid.

Aquí dejo unas cuantas fotos de la terminal durante la noche con unos efectos bonitos de luz y las ultimas, un poco antes de partir a Zürich : 











La noche se me pasó relativamente rápida y el embarque a Zurich fue sobre la hora prevista. En el vuelo BCN-ZRH, el número de pasajeros, sería sobre el 70% del aforo y nuevamente, me volvió a tocar los dos asientos anexos libres.

El vuelo duró aproximadamente una hora y media antes, veinte minutos menos de lo estipulado. Durante la travesía, en los últimos 30 minutos, aparecieron las impresionantes vistas sobre los Alpes.

Algunas fotos de la travesía y llegada a Zürich:











Desde el mismo aeropuerto de Zürich, se puede coger un tren hasta la estación central.

A la llegada al aeropuerto de Zürich (www.zurich-aiport.com), me encuentro ante un aeródromo impresionante, punto de referencia en las conexiones aéreas. Lo primero que hago es dirigirme a una oficina de turismo donde compro la Zurichcard (más info) para 24 horas, que cuesta 20 francos suizos (CHF), unos 16,5 euros y nos permite el transporte gratuito en todo el área de Zürich incluyendo el traslado entre la ciudad y el aeropuerto, el funicular e incluso un paseo de una hora y media por el Lago Zurich. Además, se incluye la visita gratuita a 40 museos y atracciones. La tarjeta, como comenté antes, tiene una validez de 24 horas y son reales y no al terminar el día. Es decir, si se compra una tarjeta, en mi caso, el 15 de julio a las 9:30 horas, tendría su validez hasta el 16 de julio a las 9:30 horas, lo cual es algo que se agradece bastante teniendo en cuenta que el trayecto entre el aeropuerto y la ciudad, o viceversa, son 3,20 CHF. Yo sinceramente, la recomiendo.

Cuando llegué al aeropuerto, había sol. Teniendo en cuenta que las previsiones para ese día eran de lluvia, pues bueno, me alegré bastante. Me dirijo posteriormente a la estación de trenes que existe en el propio aeropuerto y cojo la línea número 2. Hay que tener en cuenta que es en este momento cuando hay que validar la tarjeta ZurichCard comprada anteriormente.

Gran parte del recorrido hasta la ciudad es subterráneo y cuando nos aproximamos, el tren sale del túnel y vemos que está cayendo un gran chaparrón. Vaya hombre, para un día que va a estar uno, y encima en verano, llueve. Al llegar a la estación principal (HauptBahnhof en alemán) me replanteo la estrategia ya que caminar era imposible.

Justo enfrente de dicha estación, se encuentra el Museo Nacional Suizo, que al tener la Zurichcard, me salía gratis. Bueno, era una opción estar allí y esperar a que la lluvia parara un poco. El Museo me pareció muy interesante y en el, podemos ver toda la evolución del país hasta nuestros días. En el museo supuestamente no dejan sacar fotografías y por ello, dejé mi cámara de fotos en una consigna junto con mi mochila. Pero cuando voy visitando el museo, veo que todo el mundo está sacando fotos y ningún encargado le dice nada. Me molestó bastante. Afortunadamente, tenía el móvil con cámara y pude sacar algunas. Como desde el museo, se podía ver el tiempo, me hacía una idea de el. 

Algunas fotos (sacadas con móvil) del Museo Nacional Suizo:











Aquí termina mi primer post de 24 horas en Zürich. Nos vemos ya callejeando en el siguiente post. Saludos.

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