miércoles, 21 de noviembre de 2018

Viaje a Rusia (VII). Qué ver en Vladivostok, 3º parte.

Iniciamos este nuevo post sobre lugares a visitar en la ciudad de Vladivostok, justo desde el mismo punto donde habíamos terminado el anterior, la Plaza de los Héroes, pulmón social de esta lejana urbe.

Muy cerca de este lugar, aún hay varios puntos que se pueden visitar a pie pero ya habrá otros que se necesitará transporte público. El sistema municipal de autobuses, aunque obsoleto en la gran mayoría de su flota, tal vez sea el modo más idóneo para trasladarnos a ellos, por su precio, por su frecuencia de paso y por ser un referente en la idiosincrasia de un pueblo.




En esta primera parte, terminamos de ver los lugares que se pueden visitar a pie. La ruta a seguir sería la siguiente:




Submarino S-56

Muy cerca de la Plaza de los Héroes, hay una serie de lugares interesantes a ver, muy cercanos entre sí. A tan solo 10 minutos caminando, en paralelo al paseo marítimo.

Una ciudad, base de la flota rusa del Océano Pacífico, no podía faltar un homenaje a este tipo de embarcaciones. En este caso, este submarino hundió cuatro embarcaciones y fue condecorada en 1945 con el prestigioso premio de “Guardia Nacional”.






No solo se puede ver desde fuera, sino que además en su interior hay un pequeño museo. Así también nos podemos hacer una idea de cómo son estas embarcaciones (tanto en su forma compacta como su sensación de claustrofobia). Muy recomendable su visita, independientemente de su carácter militar. 








El precio de la entrada es de 100 rublos y el horario para visitar el interior es todos los días de 9:00 a 20:00. Si se ve un grupo de turistas que van a entrar, conviene esperar un poco en los alrededores ya que por el limitado espacio interior del submarino, no se podrá disfrutar a gusto de la visita.




Asimismo, justo a un lado de dicha embarcación, hay un pequeño monumento en memoria de los fallecidos durante la Segunda Guerra Mundial, con la llama eterna.

La Iglesia de San Andrés

Esta pequeña iglesia es de religión ortodoxa. Si nunca ha visto un ceremonial o el protocolo que se rige esta escisión de la iglesia cristiana, en Rusia que es la creencia más profesada, tendrá una oportunidad de verla.





El Arco del Triunfo del Zar Nicolás II

Inequívocamente, el nacimiento y crecimiento de esta ciudad está asociada al último zar de Rusia, Nicolás II, asesinado en 1917 junto a su familia por las fuerzas bolcheviques. La situación geoestratégica de estas tierras y la amenaza del Japón, hacía necesario crear un lugar para la defensa y de ahí nació Vladivostok, primero como un fuerte y ya luego, como una gran ciudad que es actualmente.

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Este es el principal monumento y homenaje al zar en esta ciudad aunque a lo largo de ella, hay muchos, como pudimos ver en el post anterior en la estación de trenes o un busto de él en las cercanías de la Catedral.

Si el tiempo acompaña, es muy frecuente ver en dicho lugar, algunas actuaciones folclóricas a los alrededores.






Museo Histórico Militar de la Flota del Pacífico.

Al terminar de ver los lugares anteriormente comentados, la mejor opción para ir a este museo, es ir a través de la Calle Svetlanskaya, que ya habíamos comentado en el post anterior y que se caracterizaba por sus hermosos edificios.

Este museo es el más grande de la ciudad en la temática militar, tan común en este país. Pero hay muchas ciudades y parte de la historia rusa que no se puede entender de otra forma. Es un pueblo que se siente orgulloso de su legado histórico y parte de él ha sido a través de duras guerras contra suecos, franceses con Napoleón, la Alemania nazi, etc. Además, el gran número de bajas que ha tenido en muchas contiendas, es algo que también repercute en ese pensamiento de no olvidar nunca a sus seres queridos y héroes.







Este museo es un ejemplo de ello y versa, como su nombre indica, sobre la Flota del Pacífico, que luchó principalmente en batallas contra los japoneses. Además, también sirve un poco de reclamo propagandístico y de recuerdo de la época soviética.






La entrada es gratuita y su horario, en lo referente a días abierto, algo peculiar. Concretamente, abre de miércoles a domingo, de 10:00 a 17:30.




La Iglesia luterana

Otra de las muestras que ha significado el fin de la época comunista en Rusia, ha sido la libertad de culto y por tanto, la apertura de iglesias anteriormente cerradas y normalmente utilizadas como almacén.






La Iglesia luterana de Vladivostok, es otro ejemplo de ello y que con donaciones ha podido ser restaurada. Muy interesante también observarla y junto con las iglesias ortodoxas, ver las diferencias con los templos católicos, los más frecuentes de España.

El Funicular 

La ciudad de Vladivostok, con su abrupta orografía en gran parte de ella, hace que muchas veces para ir de una parte a otra, tengamos que salvar elevados desniveles. Para paliar ello, se optó por el funicular en una parte de ella.

Si nunca ha viajado en uno de ellos, es una buena opción para ello y también le permitirá ahorrarse mucho tiempo y energía.






El ticket cuesta 14 rublos por trayecto (unos 20 céntimos de euro) y la duración del viaje es de unos pocos minutos pero pese a ellos, tendrá excelentes vistas de la ciudad a medida que vaya subiendo de nivel. El horario es de 07:00 a 20:00 horas.





El Eagle Nest (el Nido del Águila)

El fin de este viaje, subiendo, es el Eagle Nest (el Nido del Águila) uno de los principales miradores de la ciudad. Para acceder a el, tras salir de la estación de funicular, verá que hay unas escaleras que pasan sobre la transitada carretera que hay a la salida. Hay que fijarse bien donde se encuentran dichas escaleras subterráneas ya que el cartel, está un poco escondido. No se le ocurra cruzar dicha carretera atestada de coches y desgraciadamente, muchas veces, “demostración” de la loca conducción que suele haber en muchas ciudades del este de Europa (aunque estemos más bien en el este de Asia, por no decir el fin del mundo).

Desde este mirador, donde predomina una gran cruz, tendrá una amplia visión de la ciudad, destacando en ella, su gran bahía y sus dos grandes puentes, por un lado, el Puente Zolotoy (el más cercano) y el Puente Russky, una obra de la ingeniería humana y que permite enlazar a la isla Russky.






Prácticamente este punto alto de la ciudad, es el último que se podría visitar a pie. Para los dos siguientes lugares, por su lejanía, deberían ser visitados con transporte público e indicaremos cual es el autobús más adecuado.

El Faro Tokarevsky

Se dice que este en este faro empieza el Océano Pacífico y la particularidad que tiene es que está unido a la parte continental con una legua de tierra de unos 800 metros que, según esté el nivel del agua, se podrá acceder a pie o no. Es un lugar muy recomendable de visitar ya que a parte de su incomparable marco natural, también es un punto de encuentro de la población local.







La abundancia de moluscos en esta zona hace que sea muy común ver muchas veces a pescadores que a unos pocos metros de la costa, cojan grandes mejillones u ostras y venderlas a unos pocos rublos a los transeúntes.





Desgraciadamente, la forma de llegar a este lugar desde el centro de Vladivostok no es directo con transporte público. Lo mejor es acercarse hasta la estación de trenes de dicha ciudad y ahí coger el autobús número 60 aunque si se encuentra en otro punto de la ciudad, normalmente todos los autobuses que de la decena del seis (60, 61, 62, etc.) suelen ir en dirección a ese lugar, que en ruso se escribe маяк y se pronuncia “mayak”. 

Tras llegar a la parada final, luego quedan como unos 20 minutos en una carretera en paralelo por la costa. En total, la duración desde que se coge el bus hasta llegar al faro, puede rondar los 40 minutos pero es un paseo muy agradable.







Aquí dejo la ruta en Google Maps, que hay que hacer.

La Isla Russky

La Isla Russky (o de Rusia) hasta el año 2012 no revertía una gran importancia para la ciudad de Vladivostok hasta que se le quiso dar un revulsivo a dicho lugar y se decidió organizar allá la Cumbre de la APEC  en 2012. Para este evento, se inauguró el Puente Russky, que tiene el récord de ser el puente atirantado más largo del mundo. Aquí pongo algunas fotos sacadas desde el autobús.






Realmente, después de visitar Vladivostok, me pregunto si esta infraestructura era realmente necesaria ya que tuvo un coste de unos mil millones de dólares para una isla que no llega a los 50.000 habitantes y que es básicamente un refugio veraniego de la población local.

En el aspecto turístico es un lugar muy interesante ya que ofrece interesantes playas y además unos frondosos bosques para hacer senderismo. Es una buena opción para los amantes de la naturaleza.

Una recomendación si desean ir para allá es la siguiente (ver mapa en Google Maps):

En la Calle Okeasnky Prospekt, hay que coger el autobús número 15, que es de la poca flota nueva de autobuses de la ciudad. Este bus nos llevará hasta la misma Isla Russky y deberemos bajarnos en un gran edificio que parece una Universidad, concretamente la Universidad del Lejano Oriente.




Allí, habrá que hacer transbordo a unos pequeños buses, concretamente la línea 29d y ya con este transporte, atravesaremos hermosos caminos de bosques e ir bordeando la costa de la isla.









Quizá un punto interesante para apearse, sea Bukhta Rynda, donde hay una bonita playa de campings y a partir de ahí caminar en la dirección que vino el bus.









Lógicamente la Isla Russky, como ven, es un destino enfocado a la naturaleza y muy recomendable. Si eres viajero cosmopolita, tal vez se podría prescindir, pero los amantes de este tipo de lugares, seguro que disfrutarán mucho con esa conjunción entre naturaleza y un toque decadente arquitectónico y de infraestructuras de la antigua Unión Soviética.









Aquí termina nuestra crónica en esta hermosa y sorprendente ciudad. En el próximo post, hablaremos de la isla de Popov, a una hora y media en barco desde Vladivostok. Si alguna vez soñaron con paisajes y forma de vida de algunos documentales de la 2, esta isla sería una buena opción.

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