martes, 22 de diciembre de 2015

Escapadas en la India (VI). Qué ver en Kerala, 2º parte.

Tras haber disfrutado de unos paisajes de campo impresionantes, tocaba cambiar totalmente de naturaleza. Una de las principales atracciones del estado sureño de Kerala, son sus impresionantes playas y ya no solo por la belleza de éstas sino también, por su casi inexistente turismo y consiguientemente, su virginidad.

Así, tras buscar en internet, e ir ojeando distintas playas y hacer un balance entre cercanía al aeropuerto de Kochi y también a un lugar maravilloso, que comentaré aquí también, llamado Alleppey, pues mi mujer y yo decidimos que la mejor playa era la de Marari.

Pero además de haber encontrado una playa, otro de los objetivos que también teníamos era huir de los pocos grandes hoteles que había en dicho lugar (muy pocos y selectos) y alojarnos en algo diferente. En la India, en muchas playas, las cabañas de madera son muy comunes pero algunos foreros y conocidos, indicaban que no eran recomendables y por tanto, lo desechamos.


En Booking, encontramos una casa regentada por una familia y que se encontraba a solo 50 mts de la playa, con camino directo. Para el link de dicho establecimiento (Mararian Arabian Seaview Homestay)  en booking, pulseaquí. El hospedaje en general estuvo bien aunque creo que el precio es un poco alto pero en general, nos dimos cuenta que en los pocos hoteles que había en dicha playa, había un cierto standing medio alto, así que relativamente, era una buena relación calidad precio.


Booking.com

PLAYA DE MARARI

La Playa de Marari, es de una virginidad total, prácticamente una playa para uno solo. Asimismo, nuestro alojamiento estaba justo en un vecindario donde residían pescadores de la zona y todos los días, podíamos ver sus labores y la verdad, era algo muy interesante ya que se podía ver de primera mano la vida de dichos marineros.

Esta es la casa que nos alojamos. Constaba de dos dormitorios en total.


Cruces cristianas

Que felicidad de los niños, con cualquier cosa jugaban. Mucho que
aprender de ellos.


Rumbo a la mar




Escritura en tamil.



El mar, desgraciadamente, por esta zona, es picado aunque más que picado es que las mareas son fuertes y aunque el mar se vea liso, la ola que rompe justo en la orilla es de una gran fuerza y peor aún es el posterior arrastre. O sea, no es una zona donde uno se pueda deleitar bañándose horas y horas ya que tras unos 10 minutos, uno, de tanto cansancio luchando por la marea, acabe cansado. Es una playa para caminar y recorrérsela sin prisa. Fácilmente entre un tramo y otro de la playa, puede ser una hora y cuarto caminando a ritmo pausado.

Un auténtico oasis.


La "zona" india. El indio normalmente acude a las playas ya
atardeciendo. Allá se lleva lo de tener la piel lo más clara posible.



Al estar la playa mirando al oeste, hermosos atardeceres se contemplaban

Si, estas playas solitarias existen...



También, durante nuestra estancia, coincidimos con un evento anual muy vistoso y que nos llamó mucho la atención.






Allí estuvimos en total tres días y fueron suficientes. Nueva Delhi, la ciudad donde residimos, es una ciudad que cansa y estresa mucho, y nosotros, nos contentábamos con esto, con caminar por una playa totalmente solitaria y también, ver esa actividad pesquera que realizaban los nativos.

Una gran mayoría de la población de Kerala es cristiana y estos marineros, antes de faenar, rezaban y posteriormente se santiguaban. Cuanto menos, es curioso ver en esta región de Asia, en una playa perdida del sur de la India, ver cristianos. Tiene su lógica y es que esta zona del país, ha sido frecuentada por marineros europeos como portugueses, ingleses, etc. y han dejado allí dicho legado.

Como digo, en esta playa, y creo que en la gran mayoría de las playas de Kerala, se viene más bien a desconectar y disfrutar de la naturaleza y no  de grandes infraestructuras y aglomeraciones de gente. 

Ese papel, en la India, la desempeña la zona de Goa (de la que hablaré en unos posts siguientes).

EL PUEBLO DE MARARI.

Su verdadero nombre es Mararikulam, aunque se le abrevia como Marari. Justo detrás de la zona costera, se encuentra la localidad de Marari en si. No es una gran ciudad, ni mucho menos. Más bien son unas pequeñas calles que finalizan en una principal (que se asemejaría a una carretera secundaria que atraviesa un pueblo secundario de España) y si se tiene la posibilidad de pasear, es también muy gratificante. Y es gratificante por la gente de Kerala que tienen algo de especial. Simple y llanamente es gente maravillosa y que a diferencia de muchos lugares de la India, que se ven a los turistas como billetes con dos patas, aquí prevalece la cordialidad, gentileza y amabilidad. Es sin duda, uno de los principales recuerdos que me llevaré de esta zona. Asimismo, como comenté anteriormente, aquí una gran población es cristiana. Como edificio más relevante, está la Iglesia de los Agustinos.

La Iglesia de los Agustinos








Autobuses típicos de la India






No voy a hacer una tesis en este post sobre la religión en la India, que sería un tema para largo pero si he podido notar que el tiempo que estoy aquí, en aquellos lugares donde impera el cristianismo, esta religión tiende más a la reunificación de clases sociales que la hindú. Así, en Kerala, una gran parte de los colegios eran administrados por órdenes religiosas (carmelitas, franciscanos, etc.) y al menos, a los niños pobres y sin recursos, se les da la posibilidad de estudiar y tener un futuro mejor. También, aquí el tema de la dote (esa cantidad de dinero que debe pagar la familia de la esposa al marido al casarse), no se da prácticamente en estas latitudes.



En el hinduismo, es un poco lo contrario y ya la casta con la que se nace, marca el resto de la vida y sin posibilidad de progresar. Da mucha lástima la cantidad ingente de niños abandonados en Delhi (de mayoría hindú), pidiendo en los semáforos y ante la indiferencia de las autoridades y del resto de los ciudadanos, que antes lo ven como de una determinada casta sin derechos, a un ser humano.

Además de pasear, también uno observa que las calles en general, están más limpias que en otras regiones de la India y es algo que se agradece bastante. Además, algunas calles que conducen directamente a la playa, son auténticas bellezas por combinar partes arenosas  con verdes intensos. 



ALLEPEY (O ALAPPHUZA)

Aproximadamente a 30 kms de tuktuk (autorickshaw) desde la playa de Marari, se encuentra dicha localidad, que es el principal punto neurálgico en lo referente a coger una embarcación para navegar por los hermosos canales y lagunas de Kerala, otro de los destinos que uno no puede perderse si visita esta parte de la India. La forma de navegar por estos canales es variada y para todos los bolsillos. Aquí, expongo las siguientes:

Una opción que se usa es embarcar en un barco dotado de camarotes (quizá como máximo cuatro o cinco) sobre las 12 del mediodía hasta la mañana siguiente, hasta las nueve aproximadamente, atracando el barco sobre las seis de la tarde en un canal. Esta opción, a mi personalmente, no me gusta  ya que tuve la experiencia de algo similar en Halong Bay (Vietnam) y sinceramente, me pareció un poco pérdida de tiempo todo ese intervalo en el que el barco está atracado, sin posibilidad de bajar a tierra. Además, normalmente los camarotes son muy diminutos y algo claustrofóbicos. Además, hay que tener en cuenta que el precio es excesivamente alto, normalmente más que un bueno hotel.

Tipo de embarcación que comento en este primer caso



Otra opción, la que realizamos mi mujer y yo, creo que es más interesante y consiste en acercarse a los diversos embarcaderos que hay en esta ciudad e ir preguntando cuanto nos cobrará por hora de navegación. Lógicamente, no solo es importante el precio sino también la comodidad de la embarcación, que para esta opción, son barcas similares a las góndolas pero con techo (muy necesarios ante la lluvia, muy frecuente en Kerala, o el radiante sol que a veces hay).  Aquí, ya depende todo del arte de regatear (toda una institución en la India) pero un buen precio sería en torno a unas 350 rupias por hora (sobre 5 euros) y yo creo que entre tres y cuatro horas de navegación, estaría bien. Tal vez más de cuatro, ya convertiría los paisajes en algo anodino y dejaríamos de ver la belleza. Quizá, el hándicap de esta opción es la poca velocidad que tiene la embarcación ( no creo que fuera a más de 7 nudos, unos 10 kilómetros por hora), pero por lo que nos comentó el capitán, es que viene impuesta por ley.

Tipo de embarcación para este segundo caso. Las hay de diversos
tamaños y comodidad




Y otra opción que vimos, es utilizar los barcos que actúan como líneas municipales y con precios muy económicos, no más de 30 rupias el trayecto. El problema es que eran embarcaciones relativas grandes y deduzco que por su tamaño, que no se podría meter por pequeños canales, que tal vez sea, lo más interesante de esta experiencia.

Y ya el último caso, transporte municipal


La verdad es que fue una experiencia muy interesante porque aparte de disfrutar de la navegación por canales, también veíamos como transcurría la vida de los nativos y sus quehaceres diarios. También es digno de notar la inmensa flora y fauna que veíamos en los canales.



Naturaleza pura.







Mujeres esperando el transporte publico







Y aquí termina mi segundo post sobre Kerala, dedicado íntegramente a la interacción con el agua. En mi último post sobre dicha región, hablaremos sobre su principal ciudad, Kochi, que por su diversidad, también merece una visita de al menos un día.

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