¿Y qué viajero no ha soñado nunca con estar en Samarcanda?
Pues si, hay que reconocer que esta ciudad, sin duda, hay que visitarla. Ya
solo su nombre evoca un gran peso en la historia y también, un lugar de
encrucijadas de caminos.
Si bien, como comenté en posts anteriores, tal vez Bukhara
sea en su conjunto más hermosa y Khiva, una ciudad museo, ello no es hándicap
para restar belleza a Samarcanda, es cierto que se ha notado mucho la
construcción soviética de la época, con grandes mamotretos de edificios pero
bueno, aún así, no pierde su encanto y sus lugares a visitar, son dignos de
ver.
En un post que vi en otro blog de viajes, se decía que porque
cuando se hablaba de Samarcanda, sólo se veían imágenes de su imponente Plaza
del Registán. Es cuestión de descubrirla, como mi mujer y yo hicimos allá.