Durante los días que se visitan los templos, creo que es
bueno también, reservar algunas horas de la tarde para visitar, caminar y
conocer dicha ciudad. Por desgracia, y por lo que vi, parece que el único
“atractivo” de la ciudad para muchos, es tomarse cervezas en la famosa calle Pub
Street pero sin duda, esta localidad, ofrece una serie de lugares muy
interesantes y totalmente carente de turistas, lo cual, me llamó mucho la
atención.
En lo referente a moverse por la ciudad, las distancias no
son relativamente largas y nos podremos referenciar por el Río Siem Reap, que parte a la ciudad en dos. Si
aún así necesitáramos transporte público, prácticamente el único que hay es
tuk-tuk y la carrera cuesta entre uno y dos dólares. Lógicamente, no tiene
taxímetros (meters) y hay que negociar pero la regla general es que si no se
cruza el río, es un dólar y cruzando el río, dos.