Tiflis (o Tbilisi) es una ciudad muy agradable, de esas urbes que aunque hayas visto todas las atracciones turísticas, ya el mero hecho de pasear por ella, es reconfortante.
Esa conjunción entre hermosas y centenarias iglesias, una cierta decadencia en muchos de sus bellos edificios de antaño y su abrupta orografía, hace que la satisfacción de recorrerla, esté garantizada. Si como guinda final, añadimos el gran ambiente que ha adquirido últimamente como destino de moda traduciéndose en zonas con una gran oferta de ocio gastronómico, pues hace que merezca mucho la pena ir.
Y más teniendo en cuenta la fama de hospitalidad de la que gozan los georgianos (y en general, se puede decir de toda esta región del mundo), que en cualquier momento, siempre estarán dispuestos a ayudarnos de forma desinteresada.