Bakú es una ciudad fascinante, son de esas urbes de las que son difíciles de cansarse caminando cuando hay tanta belleza ante a nuestros ojos. Sin duda, es una de las ciudades más hermosas que he visto y si tengo la posibilidad de hacerlo en el futuro, probablemente en una larga escala aérea, lo haría enseguida.
En nuestro viaje que habíamos planificado mi mujer y yo por el Cáucaso, nos habíamos centrado únicamente en los otros dos países, Georgia y Armenia. Pero a última hora, nos surgió una posibilidad de ir a Azerbaiyán y no lo dudamos.
Y sin duda, mereció mucho la pena y especialmente conocer su capital, la hermosa Bakú, a orillas del Mar Caspio. En total estuvimos casi seis días pero si hubiéramos estado más, no nos hubiera importado ya que pasear por su casco histórico y por sus nuevos reclamos arquitectónicos, hace que los días transcurran con una sensación de vivir casi un sueño único.