En un relativamente pequeño espacio, podemos disfrutar de uno de los lugares más hermosos de Pekín, que es el formado por el Templo Lama (o Yonghe) así como el Templo Confucio. Además, a los alrededores numerosos hutones sobresaliendo entre ellos, el Wudaoying Hutong, de una belleza impresionante y con una gran oferta gastronómica para contentar nuestro estómago.
Fácilmente la visita de toda esta zona, puede llevar una mañana y sin duda, merece mucho la pena ya que también es una zona donde existen muchas tiendas de souvenirs y al ser un área más enfocada a chinos que a turistas, se puedan conseguir precios interesantes. Asimismo, si son aficionados al incienso, es una buena oportunidad debido a que la proliferación de creyentes en esta zona, hace que la demanda sea alta.
Tras tanto monumento, y para descansar la vista y los sentidos, nada mejor que un paseo por alguno de los tranquilos hutones que nos ofrece esta zona.