Chengde es una de esas tantas ciudades de China que la gran mayoría de los turistas no incluiría en su itinerario pero que si lo hace, seguro que se llevará una grata sorpresa.
Motivos para ello los hay, al tener un lugar que está catalogado como Patrimonio de la Humanidad, concretamente la residencia de verano de la antigua corte imperial china, durante unos 200 años.
Esa condición que ostentó, también le ha servido para tener una serie de templos prácticamente únicos en unos cuantos miles de kilómetros a la redonda y que si no se tiene tiempo (o permiso) para ir al Tibet, tal vez Chengde, en lo referente a arquitectura tibetana, sea un buen sustitutivo.